Durante un par de semanas en el rincón de las experiencias hemos estado llevando a cabo un taller de manipulación de pan rallado. El principal objetivo es que los alumnos tuvieran una primera toma de contacto con los materiales continuos y discontinuos.
La primera fase del taller fue la manipulación libre de los materiales, el tacto, el sabor, el olor...y en contraposición de otro tipo de material, en un primer momento fueron macarrones y luego ellos decidieron trabajar con las piñas que habíamos cogido del patio.
En ese momento descubrieron que si ponemos el pan rallado en la mesa y pasamos los dedos por encima podemos hacer "Caminitos"
Manipularon los macarrones(material continuo y por lo tanto contable) por un lado y el pan rallado(Material discontinuo) por otro y luego todo junto.
Hicieron transvases de un recipiente a otro utilizando términos de cantidades como "Aquí hay más" o "échame un poquito aquí para que tengamos igual".
Además de trabajar el plano social, ya que es una buena actividad para trabajar el compartir los materiales, trabajamos el lenguaje oral , ya que es una situación idónea para desencadenar opiniones, punto de vista o preferencias.
Al principio en la actividad sólo podían estar dos niños, pero...¡tuvimos que ampliar el cupo!
A la vez que estaban manipulando libremente, de vez en cuando me acercaba y le planteaba la siguiente cuestión: ¿Me puedes dar tres piñas? a lo que en seguida me las daban además acompañadas de su número correspondiente, y la siguiente cuestión era ¿Me puedes dar tres de pan rallado? a lo que la mayoría contestaba dándome tres puñados de pan rallado, a lo que yo le volvía a preguntar ¿ Aquí hay tres o más? y aquí ya había opiniones de todo tipo como "No, aquí hay más" o "no hay tres hay cinco mil" o simplemente "si". Con esta reflexión lo que pretendía es que vieran la diferencia entre materiales a los que podemos "asignarle un número" y otros que no.
Y lo más divertido vino cuando le echamos agua al pan rallado. Pero antes hicimos una hipótesis ¿Qué pasará si le echamos agua? a lo que algunos contestaron, pues que va a a cambiar de color, otros dijeron que el pan se mojaría y otros fueron más dramáticos y pensaron que el pan explotaría.... más tarde verificamos que efectivamente, se moja y cambia de color...pero, ¡no explota!
Y moldeando el pan rallado llegamos a la conclusión de que si lo aprietas mucho mucho se hace "como plasti" pero...no tenía color y los solucionamos echándole un chorro de pintura, pero de esto ya no tenemos documentos gráficos, porque nuestras manos... ¡¡¡ya no permitían coger la cámara!!!!
Se lo pasan pipa!!!
ResponderEliminarJa ja ja llenarse es lo que más le gustan
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